Hace unos años en mi clase de español para extranjeros, nivel B2, al final de una explicación sobre los diferentes tipos de oraciones pasivas que tenemos en español, una estudiante de Corea del Sur me dijo que, aunque había entendido todo en cuanto las formas (es decir, cómo formas las diferentes pasivas), no terminaba de ver para qué servía la oración pasiva con la forma «ser + participio». Así que le puse el siguiente ejemplo:
«Durante la ocupación japonesa de Corea muchos coreanos fueron asesinados».
Entonces, le pregunté si algo le llamaba la atención en este ejemplo y me miró un poco extrañada. Así que le pregunté: «¿Quién asesinó a los coreanos?». Ella, muy firme, dijo: «los japoneses». A lo que le respondí: «Pero en este ejemplo no dice eso». Cambió su cara de extrañeza por una de sorpresa: «Tú has inferido – y mis estudiantes de niveles altos conocen el concepto de inferencia porque es clave en mis explicaciones de gramática – que fueron los japoneses, o bien por el contexto, o bien porque conoces la historia. Entonces, ¿ves ahora para qué se usa este tipo de pasivas?».
La respuesta de la chica fue muy buena: «Para defender a los japoneses». Y razón no le faltaba. Este tipo de oración pasiva se centra en el proceso y en la acción, pero no nos interesa quién realizó esa acción. Quizás por eso sea tan útil en el lenguaje periodístico: unas veces no interesa señalar al responsable por miedo a enfrentar una demanda; otras, porque simplemente no interesa por motivos editoriales o políticos.
En otras ocasiones, se trata de una cuestión de estilo: ¿qué nos interesa resaltar? Por ejemplo: «Juan derrotó a Luis en una partida de ajedrez» frente «Luis fue derrotado por Juan en una partida de ajedrez». En el primer ejemplo estamos enfatizando a Juan como vencedor; en el segundo, señalamos a la derrota y a Luis y dejamos la proeza de Juan en un segundo plano.
Por otro lado, también es cierto que a esta oración pasiva, si le añadimos el complemento agente, podríamos dejar de acusarla de torticera:
«Durante la ocupación japonesa de Corea muchos coreanos fueron asesinados por los japoneses».
Pero bueno, si se llama complemento es porque no es necesario, sino contingente, así que …
Y, a todo esto, dos recomendaciones o advertencias:
La primera es que las oraciones pasivas solo admiten verbos transitivos.
La segunda, que no abusemos de las pasivas. En muchas ocasiones estas oraciones son calcos innecesarios del inglés o simplemente sirven para regocijo de quien se deleita retorciendo el lenguaje pensado que, cuando más enrevesado, más culto. Por eso, siempre que podamos, seamos activos.